Receta de salsa

Receta de salsa casera para tostaditas, huevitos, tacos y más

La cocina mexicana es un universo lleno de sabores intensos, aromas profundos y recetas llenas de historia. Una de las estrellas que nunca puede faltar en una buena mesa mexicana es, sin duda, la salsa. Esta receta que estás por descubrir no solo es fácil de preparar, sino que está diseñada para acompañar una gran variedad de platillos como tostaditas, huevitos estrellados, tacos, quesadillas o simplemente para disfrutar con totopos en una tarde de antojo.

Esta salsa tiene como base el chile jalapeño rojo, que al estar maduro aporta un sabor más dulce y complejo que su versión verde. Acompañada de ingredientes como cebolla, ajo, cilantro fresco, orégano y un toque especial de vino blanco, esta receta se convierte en una joya culinaria que vale la pena tener siempre a la mano. Es ideal para compartir con colegas, amigos o familia, ya que rinde perfectamente para unas seis personas.

Ingredientes principales

Para preparar esta salsa deliciosa, necesitas reunir los siguientes ingredientes frescos:

  • 8 a 10 chiles jalapeños rojos (entre más maduros, mejor)
  • Media cebolla blanca
  • 1 cucharada de Knorr Suiza o un cubito de caldo de pollo (opcional)
  • 1 manojo de cilantro fresco finamente picado (puedes ajustar la cantidad al gusto)
  • 4 dientes de ajo
  • 1 chorrito de vino blanco
  • Un puñito de orégano seco
  • Sal al gusto
  • Un chorrito de vinagre blanco
  • Agua, la necesaria para ajustar la textura de la salsa

Preparación paso a paso

Hervir los ingredientes base

Comienza colocando los chiles jalapeños rojos, la media cebolla blanca (cortada en trozos grandes) y los dientes de ajo pelados en una olla mediana. Cubre con agua y lleva a hervir durante 10 minutos. Sabes que los ingredientes están listos cuando los chiles están suaves y la cebolla se ve translúcida.

Si no toleras mucho el picante, puedes retirar las semillas de los chiles antes de cocinarlos. Esto reducirá notablemente el nivel de picor sin sacrificar el sabor.

Licuar los ingredientes cocidos

Una vez que los ingredientes estén hervidos, colócalos en la licuadora. Agrega un poco del agua de cocción para facilitar el licuado. Incorpora el chorrito de vino blanco, el puñito de orégano, la cucharada de Knorr Suiza (si decides usarla), el chorrito de vinagre blanco y la sal al gusto. Licúa todo por unos dos minutos o hasta obtener una mezcla homogénea y tersa.

La cantidad de agua que agregues es importante, ya que definirá la textura de la salsa. Si la prefieres espesa, usa poca agua; si la deseas más líquida, simplemente añade un poco más del agua de cocción.

Agregar el cilantro fresco

Una vez que la mezcla esté bien licuada, viértela en un recipiente grande. Agrega el cilantro picado y mezcla con una cuchara para distribuirlo bien. Este paso se hace al final para que el cilantro conserve su color vibrante y su sabor fresco.

Cómo servir la salsa

Tostadas bañadas

Una de las formas más sabrosas de usar esta salsa es con tostaditas bañadas. Unta una capa de frijoles refritos sobre una tostada crujiente, vierte una buena cantidad de salsa por encima, exprime un poco de limón y espolvorea chile en polvo. Puedes añadir crema, queso fresco, aguacate o cualquier otro ingrediente de tu preferencia. Es una explosión de sabor que no falla.

Huevitos estrellados con salsa

Para un desayuno potente y lleno de sabor, fríe uno o dos huevos estrellados. Colócalos sobre una tortilla caliente o un pedazo de pan y báñalos con esta deliciosa salsa. Puedes acompañarlos con frijoles, arroz o incluso unas papas al comal. La combinación del huevo con el picante y la acidez de la salsa es simplemente irresistible.

Tacos caseros

Ya sean tacos de carne asada, pollo deshebrado, chicharrón, nopales o verduras salteadas, esta salsa les dará ese toque auténtico que tanto nos gusta. Solo calienta las tortillas, agrega tu relleno favorito y cubre con esta salsa roja. Termina con un poco de cebolla, cilantro y unas gotas de limón.

Totopos para botanear

Coloca la salsa en un tazón junto a un platón de totopos o chips de maíz. Agrega un poco de limón y chile en polvo al gusto. Es una opción perfecta para una tarde de películas, una reunión con amigos o simplemente para acompañar una cerveza fría.

Variaciones y recomendaciones

Otras opciones de chiles

Si no encuentras chiles jalapeños rojos, puedes usar chiles serranos, chile de árbol o incluso guajillos para una versión más ahumada y menos picante. Cada tipo de chile le da un matiz distinto a la salsa, por lo que vale la pena experimentar.

Textura y consistencia

Puedes hacer esta salsa completamente líquida o más espesa tipo dip. Solo ajusta la cantidad de agua al momento de licuar y también considera colarla si deseas una textura más fina.

Conservación

Guarda la salsa en un frasco o recipiente de vidrio con tapa hermética. Puedes conservarla en el refrigerador hasta por una semana. También puedes congelarla en porciones individuales para usarla más adelante.

Sin vino blanco

El vino blanco le da un toque elegante y aromático a la salsa, pero si no tienes o no deseas usarlo, puedes sustituirlo por un poco de caldo de pollo, jugo de limón o simplemente omitirlo. La salsa seguirá siendo sabrosa.

Combinaciones creativas

Prueba usar esta salsa como base para chilaquiles, enchiladas o huevos rancheros. También puedes incorporarla a guisos con carne o como aderezo para ensaladas si la mezclas con un poco de aceite de oliva.

Beneficios de preparar salsa casera

Preparar tu propia salsa tiene muchas ventajas. En primer lugar, sabes exactamente qué contiene: sin conservadores, sin colorantes artificiales y con ingredientes frescos. Además, puedes ajustar el nivel de picante a tu gusto, agregar o quitar ingredientes según tus preferencias y experimentar hasta encontrar la combinación perfecta. También es una manera económica de darle vida a cualquier comida y es perfecta para preparar con anticipación.

Consejos para mejorar la receta

  • Usa ingredientes frescos y de buena calidad.
  • Deja que la salsa repose por lo menos una hora antes de servir para que los sabores se integren.
  • Prueba antes de agregar más sal o vinagre.
  • Puedes añadir una pizca de azúcar si sientes que la acidez es muy intensa.
  • Si quieres darle un toque más ahumado, tuesta ligeramente los chiles y el ajo antes de hervirlos.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Se puede usar esta salsa como base para chilaquiles?
Sí, es una excelente opción. Solo caliéntala bien y baña las tortillas fritas. Puedes agregar pollo, crema, queso o aguacate para hacerla más completa.

¿Qué tan picante es esta salsa?
Es moderadamente picante. El uso de jalapeños rojos maduros reduce un poco el nivel de picor comparado con los verdes, pero puedes ajustar esto retirando las semillas o agregando más chiles según tu gusto.

¿Cuánto tiempo dura la salsa en el refrigerador?
Aproximadamente una semana si se guarda en un frasco hermético. También se puede congelar por hasta tres meses.

¿Puedo hacer esta receta sin vinagre ni vino blanco?
Sí, aunque perderás un poco de acidez y profundidad. Puedes sustituir ambos ingredientes por jugo de limón fresco o caldo de pollo.

¿Es necesario usar Knorr Suiza?
No, es completamente opcional. Aporta sabor y cuerpo, pero si prefieres una receta más natural, simplemente usa sal y una pizca más de orégano.

¿La puedo hacer sin licuadora?
Sí, aunque es más trabajo. Puedes usar un molcajete o machacarla a mano, lo cual le dará una textura rústica muy tradicional.

¿Esta salsa se puede usar como aderezo para ensaladas?
Sí. Mezcla la salsa con un poco de aceite de oliva y limón, y obtendrás un aderezo original, picante y lleno de sabor para ensaladas verdes, de pasta o de legumbres.

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